Madres: Un reflejo del amor de Dios
En la Biblia, la figura de la madre ocupa un lugar especial. Desde el principio de la creación, Dios pensó en el rol único y precioso que desempeñaría la mujer como madre, no solo dando vida, sino formando corazones y transmitiendo fe. Ser madre no es solo una función biológica, es un llamado divino.